martes, 25 de agosto de 2009

Reseña Historica de la Catedral

Hace doscientos años, se colocó la primera piedra y se inició a construir la iglesia parroquial de la Villa de Guaduas, hoy catedral de San Miguel Arcángel.

Eran los tiempos de un régimen colonial agonizante. Pasaría tan solo un escaso año desde esta fecha para que se diera en Santafé, capital del virreinato, el Grito de Independencia.

Su diseñador, Fray Domingo de Petrés; el cura que inició la construcción, Justiniano Gutiérrez.

Al evocar su memoria, junto a la de los sucesivos párrocos que, desde entonces y hasta la fecha, han dedicado tiempo y esfuerzos a su construcción, desarrollo, mantenimiento y restauración, vienen a la memoria las vicisitudes superadas en todas las épocas y surge de ellas la convicción que hoy más que nunca nos permite afirmar, que…



El presbítero Justiniano Gutiérrez se posesionó el 14 de enero de 1809. Su primer pensamiento fue acometer la construcción de un templo en la plaza mayor del poblado, con más capacidad que la que ofrecía la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles del convento franciscano y que hasta entonces venía utilizándose como parroquial en calidad de “empréstito” según lo visto en el documento de las constituciones.

Los terrenos para la iglesia, así como los de las escuelas públicas y la casa consistorial, la misma de hoy, los había donado algún tiempo antes el corregidor vitalicio de la villa, señor Joseph de Acosta, en rasgo ejemplar que le fue muy reconocido.

Todos pusieron especialísimo empeño en la pronta realización de la obra, de tal manera que el 1º de agosto del mismo año de 1809 era ya colocada la primera piedra.

ACTA DE LA CEREMONIA

El Acta de la gran ceremonia dice textualmente:


EN ESTE DIA DICHOSO Y MEMORABLE, YO, EL SEGUNDO CURA PROPIO, VICARIO SUPERINTENDENTE DE ESTA VILLA, DESPUES DE HABER ANUNCIADO AL PUEBLO CON UN REPIQUE GENERAL DE CAMPANAS, Y CON TODAS LAS DEMÁS DEMOSTRACIONES PROPIAS DEL CRISTIANO, LA AUGUSTA CEREMONIA QUE DEBE PRACTICARSE PARA LA FORMACIÓN DE UN NUEVO TEMPLO, BENDIJE EL TERRENO Y PUSE LA PRIMERA PIEDRA ANGULAR DEL EDIFICIO, EN QUE SE DEPOSTIÓ EL TESORO Y UN PLIEGO ESCRITO CON UNA NARRACIÓN DE LA HORA PRESENTE, AL PIE DE LA ÚLTIMA COLUMNA DE LA NAVE IZQUIERDA, QUE SE HALLA JUNTO AL PRESBITERIO, Y PARA PERPETUA MEMORIA LO CERTIFICO Y FIRMO EN GUADUAS HOY PRIMERO DE AGOSTO DE MIL OCHOCIENTOS NUEVE. JUSTINIANO GUTIERREZ.


LA CONSTRUCCIÓN - FRAY DOMINGO DE PETRÉS

La obra iniciada por el padre Justiniano Gutiérrez se desarrollo conforme al diseño y los planos de Fray Domingo de Petrés.

Fray Domingo de Petrés es la figura más destacada de la arquitectura del tiempo de la colonia y el más influyente en el desarrollo de la arquitectura neoclásica en la Nueva Granada.
Nació en 1759 en la localidad valenciana de Petrés y su verdadero nombre era José Domingo Buix. Después de tomar los hábitos ingresó en la escuela de diseño de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, en Murcia, institución dirigida por el escultor Francisco Salzillo.
En 1792, se trasladó a Bogotá, ciudad en la que moriría 19 años después, en 1811.
Heredero de la tradición ilustrada española y partícipe del sentimiento neoclásico, Petrés contribuyó de forma decisiva a la renovación de la arquitectura colombiana.
Dos de sus primeras obras en Santafé fueron el diseño del mausoleo de fray Cristóbal de Torres (1793) y la reconstrucción de la iglesia de Santo Domingo (c. 1797). Fue también el diseñador del observatorio astronómico (1803), de las iglesias de Zipaquirá (1805) y Chiquinquirá.
La obra maestra de Petrés es la catedral de Bogotá (1807-1823). El templo original, muy afectado por los terremotos, fue demolido en 1806 y en su lugar se levantó el actual, que no alcanzó a ver concluido.
De las obras de Petrés, el templo de Guaduas fue el último iniciado a construir.


LOS AÑOS SIGUIENTES


En febrero de 1811 quedó autorizado el mayordomo de fábrica para dar en arrendamiento la rica hacienda de Chapaima, propiedad entonces de la parroquia y cuyas rentas se invertirían en la obra del templo.

La obra avanzaba notablemente gracias no sólo a la generosidad de los vecinos sino a los diferentes recursos que se pusieron en juego para allegar fondos,

Para 1815 el sagrado edificio se hallaba ya techado, a tal punto, que desde entonces pudieron realizarse allí las reuniones del párroco y sus feligreses.

A éstos progresos se agrega el alcanzado con el nombramiento para mayordomo de fábrica del muy ilustre don Leandro Gutiérrez, hijo del Socorro, que hizo el cura interino, Fray Rafael de la Serna, no menos preclaro y uno de los últimos religiosos franciscanos del convento vecino que prestaron su decidida colaboración para el feliz éxito de la nueva organización de la parroquia.

El interés que desde un principio demostró don Leandro por todo lo relacionado con el adelanto de Guaduas fue factor decisivo para que la ciudad y su comarca contaran bien pronto con algunas realidades de trascendencia que de otra manera, acaso, hubieran quedado en el plano de los proyectos idealistas.



TRASLADO DEL CULTO

Correspondió al mismo iniciador de la obra, párroco Justiniano Gutiérrez, ver coronado su empeño de trasladar el culto al a iglesia de la plaza. Coincidía más o menos este hecho con el de la ruina casi total del a antigua iglesia conventual de Nuestra señora de los Ángeles, y con la nunca bien lamentada supresión de la recoleta franciscana, decretada por el Congreso de Cúcuta.

Simultáneamente, el 8 de junio de 1822, el párroco Gutiérrez conseguía del vicepresidente de la república, General Francisco de Paula Santander, después de “rendidas súplicas”, el traspaso o concesión de varios de los principales objetos litúrgicos del templo clausurado, tales como una hermosa custodia antigua, un expositor de plata labrada, cruz alta, ciriales, incensarios, calderetas, navetas y otros elementos, todos de plata pasaron a la “iglesia nueva”. Además algunos vasos sagrados, ocho candelabros de plata, muebles y varias imágenes de bulto entre estas la del Santo Critsto, y la Dolorosa …


La municipalidad de Guaduas, en manifestación publicada en folleto, dirigida al intendente del arzobispado, Enrique Umaña, fechada el 6 de junio de 1828, hacía constar respecto del nuevo templo:

“La iglesia parroquial hace sus oficios con más decencia y exactitud porque, Vuestra Señoría cuidó se equipase de las existencias del convento suprimido.”

Justiniano Gutiérrez era tío del Prócer de la Independencia y gran historiador Joaquín Posada Gutiérrez, quien fuera hijo de doña Josefa Gutiérrez, oriunda de Mariquita.

El párroco Justiniano Gutiérrez, tan ligado a la historia eclesiástica de nuestra villa, levantó casa propia en la plaza mayor, de dos pisos. Al dejar a Guaduas fue destinado a otras parroquias, entre ellas la de las Nieves en Bogotá, en 1849. Falleció en dicha ciudad por el año de 1856. Los guadueros veneramos su memoria.



LOS PÁRROCOS


Instalado el culto en la iglesia propia, los trabajos en esta prosiguieron aún con mayor intensidad. Los párrocos que sucedieron al benemérito Justiniano Gutiérrez pusieron, cada cual en la medida de sus posibilidades, un decidido celo por llevarla cuanto antes a feliz término.

Seguiría Fray Rafael de la Serna, Andrés Pérez y Marchán, y José María Sanguineto en ese comienzo. La iglesia, por las siempre presentes limitaciones presupuestales se levantó inicialmente con una sola torre, la derecha y así se mantuvo hasta 1960 cuando se construyó la del lado izquierdo.


Sea este el momento de expresar nuestro sentido agradecimiento a todos los párrocos que contribuyeron a su construcción y a los que siguieron representados en los pocos nombres que hoy mencionamos. De los tiempos más recientes:


Padre Lino Fox Agosti
Quien levantó la torre izquierda en 1960 ajustado al diseño original.

Padre Germán Llano
Quien con un vivo testimonio ayudo a acrecentar la fe de la comunidad.

Padre Humberto Corrales
Quien en buena hora emprendió la restauración que aún esta en marcha.

Padre Diego Cardona
Anterior párroco.

Padres Guillermo Parra y Ricardo Morales
Actuales Párroco y Vicario

Y no podemos dejar de mencionar a los dos obispos que hasta ahora hemos tenido en la Diócesis que se conformara hace 25 años
Monseñor Fabio Bentacur Tirado y
Monseñor Oscar Aníbal Salazar

Para todos ellos nuestro reconocimiento



El VALOR PATRIMONIAL


Indudablemente nuestro templo Catedral es toda una joya de la arquitectura religiosa y la mas destacada construcción dentro del centro histórico que fuera declarado monumento nacional en 1959, hace 50 años!

Su diseño, su estética, sus equilibrados valores arquitectónicos, su imponencia, convirtieron al templo parroquial en una imagen emblemática de Guaduas, como la que más!

Toda panorámica de la Villa de Guaduas resulta decorada con el blanco impecable de su cuerpo y se ve coronada por la imagen de la catedral.

Hagamos que esta celebración contribuya a despertar el interés por conocer cada vez más los valores patrimoniales de nuestro templo catedral y esto nos llevará a cuidarlo cada día con mayor esmero.



David Rubio Rodríguez
Centro de Historia
de la Villa de Guaduas

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